jueves, 11 de septiembre de 2008

¿Resoluciones...?


Los días continúan su lento transitar. Las situaciones mismas parecen consumirse en esa marcha fúnebre del tiempo. Por momento las manecillas juegan diabólicamente a retrasarse. Me miro en el espejo, sigo sin poder reconocer mi mirada, ¿acaso no me será devuelta?

Por momentos pareciese que pudiera resolver estas laberínticas semanas en una espiral que me aferra al sin-centro de un espacio que es cada vez más frió. Más silencioso.

La espera continúa en una ciudad amenazante, entre árboles urbanos que guardan su historia en hojas grises y frágiles. Una ciudad con vida en todos sus interiores.

Viaje subterráneo. Miradas apagadas y fundidas por el cansancio conviven dentro de una masa que no brinda seguridad. El viaje es burdo, por momentos lento, el tiempo juguetea con el transcurrir de mis pensamientos, de la historia que intento recordar mientras me sumerjo en el apretado vagón.

Caigo en la improvisada cama.

¿Terminaré siendo hoja nacida de el árbol de ciudad?